Cuando llega Navidad
me invaden los sentimientos,
las lágrimas se me escapan
y pienso, pienso y pienso;
en los niños abortados
que no tendran nacimiento,
en los niños de la calle
que se alimentan del viento,
en los niños que al nacer
no sintieron besos tiernos,
en los que mueren de frio
y en los que de hambre van creciendo.
También pienso en las mujeres
que luchan por sus derechos,
en las madres olvidadas
y en los que no tienen aliento.
Pienso en el hombre del campo
que amanece sin la lluvia
y se duerme entre lamentos,
pienso en los explotados
que trabajan sin derechos.
Cuando llega Navidad
pienso, pienso y pienso,
en las niñas sin muñecas
que siendo niñas se hacen viejas,
en los muertos en las guerras
con el corazón abierto,
en el hombre de la calle
que ya perdió el sentimiento.
Pienso que no hay Navidad
sin niños en la mesa,
si no hay sonrisa sincera
y sin nadie que te espera,
por eso en la Navidad
solo pienso, pienso y pienso.
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