como una brisa que deshoja tu sonrisa
que ata tu cabellera a mi lento paso
Mientras el sol besa y sonroja tus mejillas
El resplandor del día transparenta tu cuerpo
y va cayendo como lluvia de verano
que se recuesta a descansar sobre el océano
y espera la noche para saciarte de mis manos
Tus caminos son caminos que torturan
como montañas se cubren de miradas
que cual rio desnuda tus pisadas
Hasta que por fin la noche se hizo noche
y mis besos fueron una tormenta de flores
y en salvaje ritmo me ofreces tus candores.
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