Hoy me levante ilusionado.
Sigo pensando en el despertar,
de tanta gente asalariada que llena los restaurantes
y empieza a consumir sus alimentos.
Sigo pensando en los niños
que pernoctaron en los parques,
en la gente que acude a la justicia
y regresa sin ninguna novedad.
Pienso en los que todo lo tienen y todo lo pueden.
La verdad este mundo es un sombrero sin cabeza
y dentro de el la desigualdad seguirá,
la prepotencia del poderoso seguirá.
Los asalariados seguirán.
Los niños ampliarán sus dormitorios de la calle
para más niños.
Y seguiré pensando en el mismo despertar,
la ilusión solo fue una estrella fugaz.
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