A veces, es inevitable sentir.
Por más que lo intentes.
Sin que te lo esperes,
llega alguien que hace
que lo sientas todo,
hasta esas partes tuyas
que mantienes tras un muro.
Te hace temblar.
El muro acaba por derrumbarse
y quedas al desnudo,
tan expuesto, vulnerable...
Puedes negarlo,
pero sabes que estás jodido.
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