15 julio 2009

CHIQUITINA

Por: Paco007.
Donde quedò la obsesiòn

que invade tu ser,

a que distancia de tu ubicaciòn

naciò ese amor que sientes

y que solo es un capricho

o tal vez una manipulaciòn.


Sabes bien que los caprichos pasan,

sabes bien que cuando crezcas màs

me veras como tu sueño infantil,

porque aùn eres niña

y entiendo tu manera de amar.


Deja que pasen los dias

y veras los reflejos del sol,

ya no sentiras que soy tu amor

ni tu ìdolo acorralado,

veras mas claros tus dìas

y màs cristalinas las aguas de tu fuente.


Hay que decir adios cuando eres libre,

hay que decir adios cuando otros sueños llegan

hay que decir adios y resignarse a crecer,

como crecen las rosas

y pronto mueren,

hay que decir adios para ser salvos

para dejar muy lejos la nave del olvido.


Hay que decir adios

cuando se està confundida

y comienzas a caminar

por nuevos horizontes,

con sus mañanas de sol

y nuevas esperanzas.
Hay que decir adios,
cuando se cierra
una etapa de tu vida,
hay que decir adios
chiquitina,
cuando te aburren las muñecas
y haces trizas los peluches
o los miras nada màs.


1 comentario:

Anónimo dijo...

ESPERO CURARME DE TI en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.


Vuelo de noche

Me dueles.
Mansamente, insoportablemente, me dueles.
Toma mi cabeza, córtame el cuello.
Nada queda de mí después de este amor.

Entre los escombros de mi alma, búscame,
escúchame.
En algún sitio de mi voz, sobreviviente, llama,
pide tu asombro,
tu iluminado silencio.

Atravesando muros, atmósferas, edades,
tu rostro (tu rostro que parece que fuera cierto)
viene desde la muerte, desde antes
del primer día que despertara al mundo.

¡Que claridad tu rostro, que ternura
de luz ensimismada,
que dibujo de miel sobre hojas de agua!

Amo tus ojos, amo, amo tus ojos.
Soy como el hilo de tus ojos, como una gota de tus ojos soy.
Levántame. De entre tus pies levántame, recógeme,
del suelo, de la sombra que pisas,
del rincón de tu cuarto que nunca ves en sueños.
Levántame. Por que he caído de tus manos
y quiero vivir, vivir, vivir.
De Jaime Sabines..