Quizá
cuando
avancemos más
se juntaran
las risas
con
los ojos
mojados
por la pena;
tal vez
veamos
renacer
los
eucaliptos
endurecidos
por la
copiosa
bondad
de los arroyos
y en
la cima
de tus deseos
intuyo
que habrá
un beso
elocuente
que
morderá
mi sombra;
la muerte
se vestirá
de olivo
y
en los
acantilados
habrá fiesta
y
consumiremos
juntos
los licores
letales
de tu ausencia;
todos
iremos
a ver
el nacimiento
del nuevo
hombre
y
enlazados
de nuestras
manos
seremos
otros
tal vez
quienes
nunca
fuimos.
1 comentario:
Madre mia que maravilla!! que bonito, que bonito! de verdad que con la imagen que has puesto, he vivido los aromas, los arboles, las sombras, los eucaliptos...
Muy bonita la interaccion que se ha producido entre palabra e imagen.
De todos modos hay tanta imagen en el poema que tampoco ha de llevarse la palma la fotografia.
Me gusta. Un beso.
H
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