14 septiembre 2010

DEJA


                                         por: Paco Córdova.
 
Deja

que

la lluvia

está

acariciando

mis manos

y enjuagando

mis

pensamientos;

deja

que la noche

está

cantándole

al alma

y las estrellas

temblando

de deseo;

deja

que

los olvidos

bailen

al son

de tu ausencia

que

tus nostálgicos

ayes

resuenen

en el

ocaso

de

tus afanes;

deja
que

ya es hora

de la calma

ya es hora

de cantarle

al

alba

y

en conjuro

de risas

correr

hacia

el horizonte

donde

perdiste

el alma.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja, la verdad es que mira que somos malginos, resulta que nos hacemos nuestra propia corona de sentimientos,y creemos, o decimos creer en el amor, pero cuando el amor se asoma, como ahora, nadie aparece, en cambio cuando se asoma la ofensa, o son demasiados los ofendidos, o nos gusta la traca sonora, jajaa


Me gusta el poema, eres muy violento, y muy romantico cuando quieres serlo. Y eso es muy buena mezcla.

Ademas utilizas muy bien el sarcasmo, y fundes bien las ideas.

Y por eso mismo, yo te leo, sea lo que sea, te lo leo, jajaja..

Que mas, no sera que no puedes hacerlo con otras porque estas hasta la medula por otra? jajaja


No creas, podria suceder asi. Eh?


Un beso, contigo la vida es una sesion de risoterapia de la buena, jaja

llevas barba ahora?

H

Anónimo dijo...

Malignos, malignos, malignos....

Anónimo dijo...

aparecen los champis

no championes, jaja, sino las setitas..


(es que me comi parte de mi opinion) por eso decia que cuando la ofensa aparece, salen todas las setas, como regadas por la lluvia, jajaja



Besos. H