por: Paco Córdova.
Deja
que
la lluvia
está
acariciando
mis manos
y enjuagando
mis
pensamientos;
deja
que la noche
está
cantándole
al alma
y las estrellas
temblando
de deseo;
deja
que
los olvidos
bailen
al son
de tu ausencia
que
tus nostálgicos
ayes
resuenen
en el
ocaso
de
tus afanes;
deja
que
ya es hora
de la calma
ya es hora
de cantarle
al
alba
y
en conjuro
de risas
correr
hacia
el horizonte
donde
perdiste
el alma.
3 comentarios:
jajaja, la verdad es que mira que somos malginos, resulta que nos hacemos nuestra propia corona de sentimientos,y creemos, o decimos creer en el amor, pero cuando el amor se asoma, como ahora, nadie aparece, en cambio cuando se asoma la ofensa, o son demasiados los ofendidos, o nos gusta la traca sonora, jajaa
Me gusta el poema, eres muy violento, y muy romantico cuando quieres serlo. Y eso es muy buena mezcla.
Ademas utilizas muy bien el sarcasmo, y fundes bien las ideas.
Y por eso mismo, yo te leo, sea lo que sea, te lo leo, jajaja..
Que mas, no sera que no puedes hacerlo con otras porque estas hasta la medula por otra? jajaja
No creas, podria suceder asi. Eh?
Un beso, contigo la vida es una sesion de risoterapia de la buena, jaja
llevas barba ahora?
H
Malignos, malignos, malignos....
aparecen los champis
no championes, jaja, sino las setitas..
(es que me comi parte de mi opinion) por eso decia que cuando la ofensa aparece, salen todas las setas, como regadas por la lluvia, jajaja
Besos. H
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