Ayer pequé contra mis sueños.
Se desmoronó mi santidad.
Ayer no pensé en ser bueno
ayer pequé contra mis sueños.
mi pecado recorrió la noche
incendió campos y revoloteó en el cielo.
Se expandió por millas, por océanos
no se arrepintió de ser pecado.
Aún no vuelve y sigue fuego.
Mi pecado es total, no tiene sociego.
ahora está en las denzas quebradas,
en los extensos rios,
y en las remotas montañas.
Mi pecado está en la penumbra
de una mañana engañosa.
Mi pecado no quiere volver,
no acepta los arrepentimientos.
Mi pecado es peor que matar,
es tan malo como la traición.
Mi pecado consiste en amar,
en no discriminar y quizá ya no vuelva jamás.
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