Despacio y suavemente que la noche esta sola.
Recibe mis caricias, deja que mis manos entren
a la profundidad de tus surcos donde moran las horas.
Lentamente embriagate de mis besos
y abrazame muy fuerte hasta dejarme loco.
Entregate abiertamente aunque muchos nos vean.
Quiero vivir contigo la plenitud del deseo
y la sencibilidad del pecado que nos adora.
Bebe de mi rio dejalo vacio y de frenesi llora.
Deja que esta noche sea tu deseo.
Pierde la razón envuelvete en mi cuerpo
y concedeme la dicha de gozarte toda.
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