pienso en el rugido de una mujer amada
en todas que en este momento
agitan su sexo hambriento y flamean de placer
en un rincón sin aliento con prolífica pasión
pienso en nuestros semejantes mudos adormecidos
rinden tributo a los ritos de los aullidos del sexo
que brotan de la ira bendita de una mujer
creo en los surcos que la vida concibe
pienso que hasta la muerte concibe y pare
lúgubres fracasos de mi y de ti
escandalo de miel y sexo gozos de hoy y ayer
pienso que la atracción de tu hermenéutico cuerpo
no necesita explicarse basta solo acariciarse
en tu ingenua sonrisa y científico placer
pienso y pienso pienso tanto luego existe la mujer
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