05 agosto 2008

LA SEXUALIDAD AL MARGEN DE LA REPRODUCCION









LA SEXUALIDAD AL MARGEN DE LA REPRODUCCIÓN

Por: Francisco A.Còrdova Guzmàn (paco007)

Un factor determinante en la autonomía y libertad de las mujeres es la reivindicación del placer sexual, liberado en la relación de cualquier necesidad de reproducción. El desarrollo y difusión de las modernas técnicas de contracepción, y de las nuevas tecnologías reproductivas, ha permitido que la prepotencia y la hegemonía de la experiencia sexual masculina se mitiguen y, con ello, se resquebrajen y cuestionen las aspiraciones hasta ahora mantenidas y ejecutadas. En estos momentos, parece abrirse una brecha enorme entre los sexos.


Una tendencia o cierta disposición al desencuentro, dado que los cambios que nos están afectando a todos requieren no ya de una democratización en las vivencias de las relaciones, sino de una lógica implicación en dicho proceso, conscientes de la importancia que pueden llegar a alcanzar las consecuencias de esos cambios que están afectando ahora a la sexualidad. Presuponen actualmente un grado considerable de igualdad sexual (hoy es bastante común que una mujer tenga varios amantes antes de establecer un compromiso sexual “serio”), un mundo de igualdad sexual creciente.

Pero la realidad dista bastante de ser una evidencia que colme las esperanzas y pretensiones de equidad. Los cambios y las transformaciones que han de producirse en las experiencias diarias sufren el mismo colapso que atrapa a la justicia; siempre por detrás del pensamiento revolucionario. Porque también en el plano de nuestras relaciones sexuales hay un estancamiento práctico. Nuestras neuronas conviven a diario con esta pequeña convulsión que ha afectado al proceder de nuestra intimidad, pero el aprendizaje sexual no parece responder como debiera a tanto conocimiento.

Demasiado conocimiento quizás para poder ser aplicado sin que haya que pagar algún tributo elevado (al psiquiatra, generalmente). Dar la bienvenida a una sexualidad no restringida por la barrera de la procreación es un acto de expectación y curiosidad. De este modo es más factible la posibilidad de que todas las personas esperen recibir, además de proporcionar, placer sexual. Y, con ello, se descubre la sexualidad, ya que se abre y se hace comprensible y perceptible para todas las expresiones y conductas sociales.

En este periodo en el que se consigue la posibilidad de poder disfrutar de la sexualidad, donde ésta se desentiende del lazo que la presionaba, hay una coincidencia temporal con un gradual aumento de la insatisfacción, que procura una gran fuente de preocupaciones, un abanico heterogéneo de frustraciones desagradables, que además confinan a multitud de personas a la oscura estancia de la soledad.

Conseguida pues gran parte de autonomía para alcanzar el placer, ¿qué es lo que todavía nos mantiene distantes y alejados?, ¿qué se encierra en la inquietud que late en tantas relaciones?. La separación de la sexualidad respecto de la reproducción desarrolla nuevos modos de conducta, pero también trae consigo desequilibrios de poder de los sexos, que alteran las referencias pasadas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

He leido todo. Pero, no diré nada. No es q no tenga qué decir. Es que no voy a decir nada por ...(iria una palabra, ahí en los puntos suspensivos..) que parece todo. H